Transporte en Milán

Actualizado el lunes, 16 diciembre, 2019

Moverse en Milán

Si le preguntas a un milanés cómo funciona el transporte público allí te dirá directamente que es un casino. La ciudad cuenta con autobuses, metro y tranvías, y aunque te llevarán a donde quieras, hay que armarse un poco de paciencia por la falta de puntualidad sumada al tráfico.

La capital de Lombardía cuenta con tres líneas de metro: línea 1 (M1, roja), línea 2 (M2, verde) y línea 3 (M3, amarilla).

La primera línea de metro de Milán (M1, línea roja) se inauguró en 1964. Atraviesa el centro de la ciudad y va desde Sesto 1º Maggio hasta Pagano, donde se bifurca hacia dos nuevos destinos: Bisceglie y Rho-Fiera.

Más tarde llegaría la M2 (verde), que va desde Abbiategrasso hasta Gobba donde se bifurca, como en la M1, y permite llegar hasta Cologno Nord y Gessate; y la M3, la más nueva, que hace el recorrido desde San Donato a Maciachini.

Hay varias líneas de trenes regionales que pasan por el centro de la ciudad y resultan muy prácticas para atravesar la ciudad en diferentes direcciones. Se conocen como el servicio suburbano LeNord, pero también viene a ser la cuarta línea de metro.

Actualmente se está construyendo la línea 5 (M5, violeta), junto a otros proyectos iniciados para que todo esté a punto para la Expo 2015 que se celebrará en la ciudad milanesa. Una buena noticia para los residentes ya que el metro es el sistema más rápido de transporte de todos los disponibles.

El resto de la red de la ATM, la empresa de transportes de Milán, la completan los buses y los tranvías. Estos pueden meter a uno en un apuro a determinadas horas del día.  Los atascos son muy comunes debido a la enorme cantidad de coches que circulan y la incesante lluvia.

Sin embargo, los tranvías también dan un toque peculiar a esta ciudad. Aunque se han modernizado, aún se conservan trams antiguos con su exterior y bancos de madera, donde se pueden leer todavía carteles de ‘prohibido escupir’.

Uno de estos tranvías ofrece un servicio turístico peculiar. A la hora de comer y cenar se convierte en ATMosfera, un restaurante móvil que da una vuelta por el centro de Milán. Es necesario reservar y el precio es de 65 euros por persona.

En cuanto a precios generales, conviene investigar que tipo de billete elegir dependiendo de los días de estancia. ATM propone: billete ordinario urbano (1 euro), válido durante 75 minutos para coger metro, tranvía o autobús; biglietto giornaliero, por 3 euros, válido durante 24 horas; y el bi-giornaliero, 48 horas (5,50 euros).

Los taxis son caros, también en trayectos breves. La bajada de bandera es de 3 euros. Por la noche es de 6 euros. Para reservar uno, los locales se ofrecen a llamar por teléfono. Si no, hay que dirigirse a los lugares donde efectúan parada ya que no es fácil conseguir uno por la calle.

Un medio de transporte muy recurrido en esta ciudad es la bicicleta. Aunque no existen muchos carriles bici en el centro, los milaneses se han acostumbrado a lidiar contra los coches para no depender del transporte público.

La empresa de transporte ATM  da este servicio. Hay varios puntos en la ciudad donde puedes coger o dejar la bicicleta. Para un uso ocasional o en vacaciones es una buena idea adquirir un billete para un uso o un abono semanal.

Para el que se atreva a moverse en coche por allí, debe saber que el centro de Milán tiene limitada la entrada a vehículos con el Ecopass. Con esta gestión se está tratando de reducir la alta contaminación de la zona.