Milano Centrale, Torre Pirelli y el Cementerio Monumental

Actualizado el lunes, 16 diciembre, 2019

Grandes monumentos industriales de Milán

Gracias al recorrido que hace el autobús desde el aeropuerto de Orio al Serio o Malpensa para llegar a Milán, no se puede pasar por alto la Torre Pirelli y el Cementerio Monumental. La meta: Milano Centrale. Después de dejar las maletas, lo mejor será volver para dedicar un tiempo a estos lugares representativos.

La estación de tren Milano Centrale es la principal. De allí salen la mayoría de trenes al resto de Italia y otras ciudades europeas. Una suerte, ya que es una de las estaciones más bonitas de toda Europa, aunque también uno de los mayores recuerdos de la Italia fascista.

Las exigencias de Benito Mussolini influenciaron su estilo arquitectónico. Las fachadas son majestuosas y reflejan el espíritu de poder. El interior no deja de ser menos y completa la belleza del edificio con las cúpulas y arcos del ingeniero Alberto Fava, que cubren las vías del tren hasta su salida de la estación.

Debido a su amplio espacio, Milano Centrale se ha convertido también en un lugar donde poder hacer compras y cuenta con todo tipo de servicios: librerías, supermercados, cafeterías y tiendas de ropa de las franquicias más conocidas.

Frente a la fachada principal del edificio, y en la misma plaza, se encuentra la Torre Pirelli (conocida como Pirellone por los milaneses). Hasta hace poco el rascacielos más alto de la ciudad.

Dicen los locales que ningún edificio podía superar la altura de la escultura de la Madonnina del Duomo milanés. Pero al dueño de la fábrica Pirelli se le antojó este edificio de grandes dimensiones, creando un descontento general.

Para compensar la falta de respeto hacia los católicos, colocó otra Madonna en su edificio. Es una pequeña réplica de la estatua que aún se encuentra a los 127 metros de altura, donde finaliza la torre.

El edificio Pirelli  es un proyecto del conocido arquitecto italiano Giò Ponti, que inició su construcción en la década de los 50 del siglo XX.

A tan solo dos paradas de metro de la estación (Garibaldi, línea M2) se encuentra el Cimentero Monumentale. ¿Por qué visitar un cementerio? Seguro que no es una de las visitas turísticas más comunes, pero este lugar lo merece.

Il Monumentale es un lugar especial e incomparable con otros cementerios. Es considerado como un museo y es posible contratar visitas turísticas. El motivo son las grandes obras de arte funerario que pueden encontrarse.

Nada más llegar puede verse el gran edificio que lo preside. Una obra del célebre arquitecto italiano Carlo Maciachini del siglo XIX.

Es un lugar lleno de grandes esculturas  y mausoleos, desde el siglo XVIII hasta obras contemporáneas, al que conviene ir con mapa. A parte de para saber llegar a los lugares más importantes, es muy fácil perderse en sus más de 250.000 metros cuadrados.

Además, este espacio tiene lugar para los diferentes ritos religiosos y también para los ateos. Un cementerio creado en su momento para la alta burguesía que ahora da cobijo a los restos de escritores famosos como Alessandro Manzoni o grandes de la música como Giuseppe Verdi o Maria Callas.

A pocos metros del cementerio, junto a la estación de Garibaldi, empieza Corso Como, una calle llena de bares y cafeterías donde poder tomar algo tras un día completo. Esta calle también cuenta con tiendas de ropa y complementos de alta gama.

El enorme local 10 Corso Como combina todo esto creando un espacio donde es posible comprar productos exclusivos, asistir a eventos y tomar un exquisito aperitivo. Por las noches, su fachada se ilumina generando una auténtica lluvia de estrellas. Un lugar por el que merece la pena olvidar nuestros bolsillos por un momento.